Contemplar las nubes: entrevista con Virginie Kastel
por Lynn Colunga
Virginie Kastel, recientemente galardonada con el Reconocimiento al Mérito Editorial 2020 que otorga la Editorial Universitaria y la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL, es editora, maestra, curadora y escritora. Fundadora de Tresnubes Ediciones, proyecto especializado en libros ilustrados que, además, publica un periódico de arte, desarrolla un formato de hojas de salas y libros experimentales a bajo costo y para todas las edades. En estos #VistazosLiterarios nos platica un poco más de su vida como editora.
¿Cómo iniciaste en el mundo editorial?
El cómo inicié en el mundo editorial está relacionado al primer libro en el que trabajé. La edición llegó a mi vida de manera circunstancial, nunca había pensado que quería ser editora.
La edición llegó a mi vida a los meses de haber llegado a México, y se la debo a la necesidad de ganar dinero mientras empezara a depositarse mensualmente la beca del CONACYT que iba a recibir para estudiar mi doctorado recién empezado.
Trabajaba a medio tiempo con un crítico de arte en la ciudad de México. Un día llegó con una maqueta impresa de un libro que estaba editando con una artista contemporánea que se llama Melanie Smith. El libro se titulada Ciudad Espiral. Me pidió que le echara un ojo en vista de una cita con la editora y la artista. Era un libro bilingüe, y si bien no entendía mucho de español me apoyé de la traducción al inglés. Creo que era la tarea más emocionante que me había llegado hasta ese punto en mi trabajo de asistente, y me sorprendí encontrando una concentración profunda al realizarla. Me gustó y lo hice lo mejor que pude. Cuando llegó el día de la junta estuve señalando unos detalles que había encontrado.
Unos días después, mi mamá me llamó para decirme que ya no estaban en una situación como para seguir mandando el dinero con el que completaba mi sueldo de asistente. Le comenté al crítico, a las pocas horas recibió una llamada de la editora del libro, Alex García, preguntando si yo tenía horas disponibles para trabajar con ella porque buscaba alguien con mi perfil para apoyarla.
Me fui a trabajar a tiempo completo con ella. A los tres meses preferí dejar la beca y el doctorado para alguien más y me dediqué a la edición desde entonces. Tenía 23 años. Mi vocación fue la sorpresa y la casualidad más grata de mi vida.
¿Cuál fue el primer libro que editaste?
Ciudad Espiral de Melanie Smith fue el primer libro en el que trabajé aunque no lo haya editado, fue importante para mí. Estuve trabajando años como coordinadora editorial, entonces realmente no estaba editando sino aprendiendo a coordinar todo el proceso de creación de un libro ilustrado, y fue la mejor formación que pudo haber tenido. Siempre agradezco esta oportunidad que tuve.
¿Por qué tu proyecto editorial se llama Tresnubes?
El número tres es un número cargado simbólicamente, entre otras cosas se refiere a la familia, y pensando que una editorial es una comunidad, quería establecer algo tan significativo como el clan. Además fundé la editorial junto al padre de mi hijo y trabajábamos juntos. En este momento mi propia familia estaba configurada por tres personas y de alguna manera lo sigue siendo. Soy descendiente de una familia latina, de migrantes; tuve una infancia viajera en la que nos mudamos cada dos años de ciudad con mi padre y mi madre, creo que la familia ha tenido ese lugar que normalmente representa una comunidad en mi vida, lo único constante en términos de relaciones interpersonales constantemente cambiando. Las nubes es porque me gustaba la repetición de la –es, porque también tres nubes es una imagen sencilla, hasta gráfica, y permite aplicarse tanto al arte, a la poesía como al universo de la infancia, que son las tres líneas importantes de la editorial. Cuando me dices tres nubes, veo un dibujo o recuerdo los viajes en coche de mi infancia. Mirar el cielo es un acto contemplativo, y la contemplación es central en la experiencia estética.
Si jugáramos a asociar Tresnubes ediciones con tres palabras, ¿cuáles serían?
Contornos
Experimentación
Femenino
Como editora, ¿qué es lo que buscas en una escritora/escritor y en su texto?
Busco la experiencia estética y la experimentación entre la palabra y la imagen. La imagen siempre está presente y creo que es primero para mí. Hasta en los textos literarios lo que me interesa son las imágenes. Trabajo con proyectos que crean puentes entre la literatura y el arte.
¿Hay algún ritual que realices dentro de tu proceso de edición?
Nunca lo había pensado, pero si me dices ritual, pienso inmediatamente en lo sagrado, y para mí lo sagrado es la primera visualización. Primero necesito visualizar formato, papel, color, y a veces también visualizar el equipo que será el adecuado para el proyecto. De ahí ya comienzo a diseñar o a repartir tareas. Y mando a cotizar para ajustar costos de producción antes de iniciar a maquetar.
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser editora?
Lo peor: es un trabajo ingrato. Siempre digo que es como el trabajo doméstico, nadie lo ve cuando está bien hecho, pero si algo sale mal es lo que más se nota. Los editores son personas que buscan el perfeccionamiento, y este en general te deja una lección, a veces, difícil de aceptar.
Lo mejor: es un trabajo gratificante que permite el crecimiento espiritual, psicólogico y afectivo, de uno mismo y de otros. Es un oficio muy noble lleno de responsabilidad. Lo más lindo de la edición es su vinculo con el arte de contar historias.
Completa las siguientes analogías:
Buscar es a encontrar lo que Editar es a… vivir.
El azúcar es a lo dulce lo que la Edición es al… lenguaje.
Para conocer más sobre el trabajo de Virginie Kastel, consulta las redes de Tresnubes ediciones.