Como parte de la tradicional celebración del Día de Muertos, queremos compartirles esta Calaverita 2021 de la Secretaría de Extensión y Cultura UANL, que recorre nuestras diferentes dependencias.
Calaverita
La Catrina estaba muy triste
de sus días cuidando el panteón.
Dijo: “Esto no pasa de nuevo
¡Quiero arte, cultura, emoción!”.
Don Alfonso le advirtió muy serio
“Si es verdad que vas a mi Ciudad,
te me pasas a la gran Capilla
que un buen libro te van a prestar”.
La flaquita salió muy contenta
con las obras completas de Reyes
“Ahora quiero ver esa casona
que los patos custodian alegres”.
“Qué bonita la Casa del Libro,
un espacio de magia y lectura.
Padre Mier esquina con Vallarta
es un reino de literatura”.
“Se me antoja saber de pintura,
teatro y danza, música también”.
Se fue al CEIIDA la flaca corriendo
y salió con ganas de volver.
Y en un Teatro que no tiene igual,
melodías de pronto sonaron.
La flaquita se acercó curiosa,
había un baile y un grupo tocando.
Son los grupos artísticos tigres,
aquí hay cumbias, guitarras, folklore.
Danza de muy variados estilos,
y un jarabe la flaca pidió.
De repente ya estaba en la BURRF,
biblioteca de hermoso esplendor.
En las salas de nombres ilustres,
la calaca un buen rato estudió.
Sorprendida se rascó su calva,
era más de lo que imaginó.
Conoció Humanidades e Historia
y su extensa documentación.
Recorrió los hermosos pasillos
y una Humanitas le regalaron.
Visitó el Archivo de Historia
y se fue valorando el pasado.
También vio una alegre oficina,
saludó a todos sin vacilar.
Desarrollo Cultural, le llaman
que del arte busca el bienestar.
Una cosa no podía faltar,
es la biblio de Agropecuarias.
Un inmenso mural encontró
con colores y hermosas montañas.
Al llegar a la Hacienda San Pedro,
de repente la noche cayó.
Entró a su Observatorio cantando
y la vista la maravilló.
Volvió al centro brincando de gusto,
luego de recorrer la ciudad.
“¿Es Colegio Civil lo que veo?
Corazón de la Universidad”.
“¿Qué es aquella música que escucho?
Es la Orquesta que empieza a tocar”.
Entre el brillo de hermosos vitrales,
la calaca se puso a cantar.
Una lágrima pronto soltó,
pues La Muerte estaba conmovida.
Fue la música, el arte y la dicha
de que el Doctor Celso la reciba.
“Qué importante labor hace usted
con su equipo de gente muy linda.
Mas aquí le voy a confesar
que al panteón yo no vuelvo solita”.
Caminaron los dos por el centro,
hubo mucho de que platicar,
¡sobre arte!, ¡de libros!, ¡cultura!
que nos tiene la Universidad.
“Está bien, está bien”, dijo ella,
“la vida le voy a perdonar,
pero conste que vuelvo mañana,
#SomosUni y no hay marcha atrás“.